Ese es el nombre de una entretenida pelicula de 1967 protagonizada por Spencer Tracy, Katherine Hepburn, Sidney Poitier y Katherine Houghton. La pelicula se trata de una jovencita que sorpresivamente llega con su futuro marido (Sidney Poitier) a la casa de sus padres para que lo conozcan..
Quizás en este momento muchos encontrarian la pelicula sin sentido, pero en EE.UU de esa epoca, que una muchachita blanquita y rubia se casara con un hombre que recien conocia y mas encima de raza negra era terrible, incluso teniendo padres que no era racistas...(no les cuento nada mas, si pueden veanla, es divertida)
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El asunto es que hace algunos dias estaba comentando la pelicula con mi amiga Luciana y me dijo; "pero esas cosas ya no pasan" y yo la verdad no estoy tan segura.
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Para quienes tienen hijos, hermano o sobrinos muy queridos adolescentes saben que la llegada de nuestro regalon o regalona con el "amor de su vida" puede ser no tan distendida o trivial como muchos imaginan. Imaginense ver entrar a la luz de sus vidas, a la princesita que han cuidado como cristal precioso tantos años, al joven mas encantador, inteligente y atractivo de todos...con un ser viviente totalmente alejado de lo que alguna vez imaginaron pisaria el suelo de sus hogares o tocaria la mano del tesoro de la familia, traten de imaginar (o recordar para quienes ya han padecido el momento) lo que se siente... Puede que para los que aun no han pasado por el trance sea dificil entenderlo.
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Es mucho mas dificil de lo que uno espera por varias cosas; en primer lugar por que los jovenes de ahora dejan entender rapidamente y a quien quiera escucharlos que ellos viven su relacion de pareja intensamente (intensidad fisica) y que ellos conocen todas las formas y metodos de prevención posibles (anticonceptivos, tecnica del panadero, privación en dias fertiles, etc) no digo que antes eso no pasara, desde siempre la revolución de las hormonas ha sido una de las batallas mas dificiles de ganar, pero quizas esa seguridad basada en la ignorancia es la que tanto asusta. En segundo lugar esta el hecho de que los jovenes reclaman su "espacio propio" en su hogar, es decir, como no les alcanza la plata para ir a las tipicas residenciales clandestinas, "imponen" su derecho a usar el "lecho infantil" como su nuevo "lecho de..amor"?..y lo peor, traten de imaginar llegar al púber con otro púber que se rebela (como casi todos) a todo lo que el "sistema impone de manera absolutista" en nuestras mentes añejas, en ese sistema totalitario se puede incluir el agua, el jabon, el shampoo, estudiar, trabajar, ser siempre honesto para conseguir nuestras metas, masticar con la boca cerrada, dejar correr el agua del W.C, leer aunque sean los titulares del diario, usar ropa de su talla (y no 4 tallas mas grande) no hablar con la boca llena, pedir permiso o preguntar antes de cambiar la radio o el canal de televisión de NUESTRA CASA!!!! etc. Traten de imaginar lo que es ver enamorado hasta los huesos al retoño mas querido de un "espiritu libre" (y cuerpo mal oliente) traten de imaginar lo que se siente ver a nuestro niñito(a) cambiar del cielo a la tierra por ese amor (que juran es eterno) y ver como creen que de amor y la venta de velas aromaticas o flores de goma eva vive la gente. Si pueden imaginarlo, si ya lo han vivido o si ven que ese momento se acerca a pasos acelerados, no les queda mas que respirar profundo, cambiar las palabras de "bienvenida" para el amor de nuestro pequeñito(a) por consejos breves, directos e insistentes a nuestro febril consentido y pedirle a Dios, a las estrellas, a Zeus, a Jehova, a Buda... al destino.. a quien ustedes prefieran que todo salga bien.
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No queda nada mas, por que tratar de luchar...es inutil.
